Decalog

I.Comparte el trono de la sabiduría y la razón con tus alumnos. No te consideres su dueño, mejor considérate su humilde servidor.
II.Preocúpate por las necesidades y motivos de los estudiantes, son los que importan. Tú trabajarás para hacerlos coincidir con tus intereses pedagógicos.
III.No trasmitas conocimiento. Convoca a que este sea descubierto por tus discípulos.
IV.Habla poco, enseña más. No uses el tiempo y el espacio de tus alumnos para demostrar cuanto sabes.
V.Selecciona rigurosamente el contenido. Quién trata de abarcar todo, no abarca nada y solo cree que sabe todo de todo el que no sabe nada de nada.
VI.Usa la tecnología para facilitar tu vida, no para complicarla. Si logras hacer más agradable y productivo el proceso de aprendizaje úsala, sino deséchala.
VII.Ama primero, exige después. Antes de sentir el rigor de tu exigencia es preciso que el alumno sienta tu afecto y tu amor.
VIII.Evalúa como enseñas. En la evaluación haz de usar y permitir usar todos los recursos que utilizas para enseñar.
IX.Respeta más a tus alumnos que a tus gerentes. En última instancia tus alumnos dirán la última palabra sobre la autenticidad de tu enseñanza.
X.No temas a la diversidad, tenla en cuenta. Cada alumno deberá andar conforme a sus limitaciones y potencialidades, no trates de nivelar el grupo.

JOSÉ RAMÓN GÓMEZ (CUBA)

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